Thursday, April 24, 2014

Entrevista realizada por la revista VITRINA URBANA (Versión Completa)

PREGUNTIONARIO 
Entrevistador: Marcia Castellano, Periodista
Entrevistado: Mauricio Cárcamo, Arquitecto

1.- El alcance de los planes reguladores se limita a la regulación del uso de suelo, no están las atribuciones legales de regular algo más. ¿Crees es posible avanzar hacia planes reguladores que dirijan -en toda la magnitud de la palabra -el desarrollo de la ciudad y, desde esa perspectiva, que sean capaces de incorporar exigencias a la construcción donde se promueva el componente medio ambiental?. No me refiero solo a la hacer plazas para un condominio, sino empezar a exigir paulatinamente el uso de paneles solares u otros como huertas urbanas de uso comunitario, etc.
Actualmente los requerimientos normativos asociados a los PRC´S operan en el rango de lo cuantitativo, es decir, se cuida que los proyectos en revisión cumplan con los requerimientos sin importar el “cómo” cualitativamente lo hacen. Hasta hace pocos años, por ejemplo, las inmobiliarias cumplían con el porcentaje de área verde en un conjunto habitacional declarando como área verde todos los retazos inútiles del loteo. Eran aprobados porque, en el tenor literal, cumplían con el porcentaje sin importar que esas “áreas verdes” fueran en la práctica, inservibles. Lo que planteas implica un salto normativo al ámbito cualitativo y por cierto que es posible mientras se introduzcan cambios con pertinencia. Cabe precisar sin embargo, que los PRC´S estrictos no son la panacea para reorientar el devenir de la ciudad. Se requiere más bien una arquitectura de gobernabilidad, un modelo de financiamiento y un mecanismo de participación urbana que orqueste a los múltiples involucrados, sus intereses y voluntades efectivas. Un instrumento normativo como un PRC  riguroso, ni basta ni tiene sentido alguno si no rima con las voluntades sinergizadas del capital, el estado y la ciudadanía en busca de promover la inversión, cautelando producir ciudad de calidad, en favor del bien común. Toda norma debe ser introducida y levantada desde quienes deberán cumplirla para un correcto anclaje social, de lo contrario, solo se conseguirá su incumplimiento y con ello, incentivar la salida de personas del sistema formal.

2.- El crecimiento de la ciudad hacia las periferias incentiva el uso del transporte motorizado, con gran impacto vial y en la calidad del aire. ¿Consideras que Chillán hace esfuerzos en la dirección contraria y debiera invertir más en construir ciclovías y en organizar un sistema de transporte público más eficiente?
La verdad, se ven pocos esfuerzos y aparecen en un nivel cercano a lo simbólico en estas materias. Uno de los problemas del urban sprawl o crecimiento desparramado que caracteriza la ciudad latinoamericana al que te refieres, es que el mercado construye vivienda y comercio mientras que el estado va -infructuosamente y en la medida de lo posible- dotando del equipamiento que ese nuevo tejido urbano demanda. Así, siempre la labor estatal será más débil en tanto es reactiva y no propositiva. Dicho de otro modo, en nuestras ciudades el estado debe hacerse cargo ex post de construir y mantener lo que no es rentable (servicios públicos, ciclovías, etc.) mientras que el capital  se encarga  solo de lo que reporta rentabilidad directa. Si sumamos a lo anterior que los esfuerzos estatales en sus distintos niveles, son además sectoriales y más bien aislados, podemos entender con más claridad, no solo el actual Chillán, sino muchas de nuestras ciudades.
En suma, las plusvalías urbanas que se generan por inversión en infraestructura y equipamiento público o creación de suelo urbano, son capturadas íntegramente por los capitales privados quienes las trasladan al comprador en el precio de productos y servicios (por ejemplo en transporte), mientras externalizan al estado la labor de completar la nueva porción de ciudad inconclusa a su costa. Esto obliga al estado a generar más inversión y plusvalías que son nuevamente capturadas por otro privado repitiendo el ciclo e incrementando el costo de la ciudad, y de paso, favoreciendo la segregación. Es un problema básicamente de gestión de suelo urbano por ausencia de un modelo estatal mínimamente proactivo al respecto. Simplemente exceso de laissez faire.
De este modo, nunca serán suficientes los esfuerzos e inversión pública relegándose a paseos peatonales o ciclovías inconexas que aparecen como compradas por metro lineal. Cabe más bien entonces la planificación de la movilidad urbana en su conjunto con la ciudad y el territorio de forma integrada y lo que es más relevante, negociada incluyendo ovejas, pastores y lobos.

3.- Cada vez es más evidente la segregación urbana que existe en Chillán, una ciudad muy fragmentada por niveles socioeconómicos. Las viviendas de constructoras promueven ese modelo construyendo sin consideración de la heterogeneidad, negando la posibilidad a una familia de ingreso medio adquirir una casa en el barrio alto porque los precios no están a su alcance. ¿Crees que revertir esa situación es posible en Chillán y alcanzar un sistema similar al de Valparaíso donde no existe un desequilibrio tan exacerbado?
La ciudad es la materialización física de la sociedad que construimos. Desde esa lógica, revertir (o a lo menos redireccionar) los destinos de la ciudad implica necesariamente un cambio en el modo de cómo hacemos las cosas todos los involucrados: el capital, el estado y los ciudadanos con sus ponderaciones respectivas.
La actual ciudad es una resultante -no un diseño- de las sucesivas acciones esquizoides del mercado actuando a sus anchas, por cierto, en absoluta concordancia con la desigualdad galopante que caracteriza nuestro país. La silla del sol hoy, no es un objeto de deseo colectivo de los chillanejos, sino la resultante de deseos parciales que no buscan como fin último producir ciudad de calidad, dejando con ello de paso y si me permites la metáfora, a unos sentados tomando sol y a otros en una penumbra menos grata. Lo anterior es una evidencia de la inexistencia de planificación en la ciudad actual. En efecto y como indicaba anteriormente, la vía para redireccionar el metabolismo de la ciudad, parte por el diseño de una estructura orgánica que articule a los diferentes actores urbanos desde sus disimiles intereses y ordenando desde allí la batalla que si o si, se da en la ciudad constantemente. Tanto la teoría como la práctica indican que de otro modo, el estado seguirá tratando infructuosamente de controlar algo que lo excede, el capital tratando de escaparse del control y la ciudadanía sobreviviendo y demandando imposibles.

4.-Se habla que la ciudad como organismo vivo debe tender hacia un metabolismo circular, distinto al imperante metabolismo lineal. ¿Puedes referirte más a estos conceptos y a los casos en que se pueda aplicar?
Los conceptos que apuntas, están asociados a modelos teóricos que fueron producidos hacen varios años y dicen relación en buena medida con el cómo se origina el centro poblado.
La Ciudad Lineal propuesta por Arturo Soria allá por 1880, fue un modelo de ciudad que se concibe partiendo desde la conectividad y vialidad, es decir, desde la conexión de dos puntos o centros urbanos y lo que ello genera a su paso (no olvidemos que Soria era ingeniero de caminos, canales y puertos). Por su parte, la ciudad circular es un modelo que echa raíces en la filosofía jónica, se precisa más en Grecia y así llega hasta nuestros días planteada como solución bastante bien reputada, en cuanto parece democrático lo equidistante. Ahora bien, cabe tener en cuenta que estos modelos, como muchos otros existentes, son solo eso, modelos y o herramientas que nos ayudan a entender la ciudad del pasado, decodificar la ciudad actual y proyectar la futura. Sin embargo, ni buscan ni consiguen por si solos abordar la complejidad de nuestros centros poblados, sus sucesivas intenciones, omisiones y contradicciones trenzadas en el tiempo, siendo justamente esto, una de las problemáticas urbanas centrales.
Salvo casos emblemáticos, la ciudad no se diseña de una vez en un papel y se construye luego, sino que va heredando decisiones, voluntades, procesos políticos, deseos cambiantes y un extenso etcétera que, de cualquier modo, demanda ajustes y replanteamientos sucesivos. En el primer Chillán, por ejemplo, la voluntad de colonización y localización estratégica dirigió las decisiones mientras que en actual, el crecimiento descontrolado, la movilidad, la segregación entre otros son el foco de las acciones, incluso, pese a que la ciudad en su actual emplazamiento, tuvo en una decisión clara y vertical de planificación. Así las cosas, planificar ciudad hoy día y ante la imposibilidad práctica e inútil de imponer un modelo de laboratorio, implica la toma decisiones claras en distintos niveles que no necesariamente riman con el modelo económico y social imperante. Lo que queda entonces, es negociar proactivamente a partir de lo que tenemos, lo que queremos y lo que podemos hacer.

5.-Las construcciones, la pavimentación de los patios van quitándole verde a la ciudad. No solo eso, también agua porque disminuye la filtración de agua hacia las napas subterráneas. Esto es un problema a largo plazo que poco se considera a la hora de construir. ¿Puedes sugerir alternativas para revertir esta situación? ¿Qué responsabilidad le cabe a los ciudadanos?
Es interesante lo que planteas en tanto es un problema mayor sin muchos ocupados de él, pero con muchos responsables.
Un ejemplo más a propósito de los PRC´S y sus alcances regulatorios limitados. Tenemos que para cada predio urbano existente se norma el “coeficiente de ocupación del suelo” que, en lo grueso, determina la máxima superficie de construcción posible y la superficie de suelo no edificado a conservar. Sin embargo, y como adviertes, una norma que persigue conservar suelo libre, se ve igualmente superada por en el afán «cubrelotodo» de los proyectos específicos sean viales, peatonales o la más humilde pavimentación doméstica.
El problema además, no se reduce a la filtración de aguas. Cuando vemos los noticiarios y tenemos inundaciones, reclamamos y buscamos responsables de la situación en otros, cabe preguntarse entonces: ¿qué he hecho para merecer esto? la respuesta es simple, entre todos hemos plastificado la ciudad. La solución para evitar las inundaciones está instalada ya en todas las ciudades y es gratis: se llama suelo. Es el mejor dispositivo existente para drenar, absorber y reciclar el agua, sin embargo, orientamos todos nuestros esfuerzos a cubrirlo. ¿Cómo habría de hacer su trabajo?
Acciones a seguir existen varias, sin embargo, podemos resumirlas en permitir al suelo y la vegetación en general, realizar su trabajo. Generar áreas verdes, jardines y aprender a convivir con el suelo natural prefiriendo pavimentos que permitan drenar agua al tiempo que sean caminables, por ejemplo, puede hacer diferencias sustantivas. Permitir la existencia de suelo libre, es una acción sostenible elemental fundada en una  “tecnología” que además es gratuita.

6.-¿Cuál es el problema medioambiental que generan las edificaciones en altura, si construir horizontalmente también lo es porque quita suelo verde?
Pregunta del tipo ¿me suicido o me mato? Por cierto que ambas cosas tienen efectos y la valoración de estos dependerá de lo deseado, los recursos disponibles y las posibilidades de acción.
Un edificio en altura aglutina una serie de requerimientos por lo que demanda redes potentes que lo sustenten en cuanto a servicios, energía, comercio, vialidad, retiro de residuos, etc. Genera entonces mayor intensidad urbana en la zona en que se emplaza, intensidad que por cierto se multiplica si se trata de densificación urbana masiva y no de un edifico aislado. Estos aspectos hoy por hoy se recogen en mayor o menor medida en los estudios de impacto asociados a la edificación de cierta envergadura, sin embargo, es imprescindible exceder al edificio y contexto mediato para evaluaciones más asertivas.
Dentro de los efectos principales de la edificación en altura encontramos los relacionados con el impacto visual, no solo en lo paisajístico, sino en cuanto a la privacidad y otros temas asociados. También existen efectos sobre el  viento y  como éste impacta y ventila la ciudad. Siguiendo en el aspecto climático encontramos la disminución del asoleamiento, tanto al exterior como al interior del edificio lo que a su vez implica la demanda de energía extra para suplirlo. Por último, un aspecto poco observado dice relación con los impactos en procesos de construcción previos y posterior demolición de la edificación en altura. Si bien es un problema que aún visualizamos lejano a nuestra ciudad, no es menor deshacerse de toneladas de hormigón inutilizado.

7.-Cuando lo social, lo económico y lo medioambiental se intersectan podemos hablar de sustentabilidad. ¿Los proyectos arquitectónico actuales estándar – no grandes empresas ni de gente adinerada – consideran esta visión holística en nuestro país?
Claramente no. Tanto la arquitectura, como el urbanismo y la casi extinta planificación, están en deuda con la sociedad. Un buen proyecto arquitectónico no pasa por los presupuestos asociados como se pretende flojamente hacer ver a menudo, pasa por la voluntad/capacidad de desarrollar soluciones integrales a partir de los insumos que se tienen y en donde los recursos existentes son solo una condición de trabajo más. Se opta en cambio por justificar fundando en lo que no se tiene, el hacer mal lo que se tiene entre manos situación que ciertamente no resiste análisis. Los aspectos y efectos sociales de una potencial obra deben ser internalizados previamente en el proyecto y conciliados con el medioambiente, el presupuesto y el sinnúmero de variables involucradas. En eso justamente radica proyectar gestando desde allí la diferencia entre arquitectura y mera construcción.
Sobre todo en temas medioambientales, la sostenibilidad es una actitud traducible a prácticas diversas que la materializan. Puede tener que ver con los paneles solares, pero no solo con eso. La actitud sostenible se puede canalizar desde cómo se emplaza una vivienda, pasando por la orientación de las ventanas y la relación de los espacios sin siquiera todavía tocar el presupuesto existente para edificarla.

8.- Los proyectos de una misma constructora son prácticamente en serie en Arica, Chillán y Punta Arenas, sin considerar condiciones como la identidad local, eso salta a la vista en las páginas web de estas empresas. ¿Qué opinas al respecto?
Es una manifestación más, por decir lo menos vergonzosa, de la sociedad que construimos sea por acción u omisión. Un problema con tantas aristas y de tan distintos aspectos sociales que incluso se desdibujan alternativamente causas y efectos. Desde la perspectiva que nos interesa, aparecen temas gruesos como la formación de los profesionales involucrados, la ética y su transabilidad; el rol del estado y sus instrumentos, El cortoplacismo inmobiliario y la calidad del empresariado etc. Con lo anterior no pretendo satanizar el lucro inmobiliario, promover un estado dictatorial o impedir el libre albedrio profesional, sino efectivamente plantear la necesidad de cada uno desempeñe su rol con un nivel de excelencia aceptable.
Por otra parte la mayor rentabilidad que supone el desarrollo de proyectos seriados es bastante discutible en mediano plazo e inexistente en el largo plazo. Por ejemplo, si una empresa inmobiliaria desarrolla un edificio de departamentos contextualizado, es decir, que armoniza con el contexto en lo climático, medioambiental e identitario, bien emplazado en el contexto urbano, con accesibilidad adecuada incluso construyendo equipamientos menores que le soporten, puede garantizar ahorros sustantivos a sus compradores a lo largo de la vida útil del inmueble a través de ahorro en calefacción, transporte, etc. Los compradores podrán pagar un poco más por la propiedad inicialmente solo por la seguridad de recuperar con creces la inversión en el tiempo. Por su parte y mientras los profesionales involucrados solo deben hacer bien su trabajo probablemente con mejores ingresos, el estado ahorra recursos que pueden ser redestinados a la inversión en otros aspectos que incrementen aun más el nivel de vida en el sector como bibliotecas, parques, etc. Esto, sin mencionar la recuperación de plusvalías a través de la transacción de normativa.
En el ejemplo, todos obtienen más y mejores beneficios, solo por ponerse de acuerdo en desarrollar conjuntamente un proyecto consensuado que materializa una porción de ciudad integrada y contextualizada. El ejemplo anterior además, ilustra esquemáticamente un modelo de desarrollo que si bien puede sonar utópico, se ha llevando a cabo en operaciones inmobiliarias de diversa envergadura alrededor del orbe, con bastante éxito.
                                                          
9.- Si hoy construyes una casa puedes optar a un diseño que aproveche las energías pasivas. ¿Qué sucede con una casa que ya está construida, cómo podemos hacerla sustentable?
Como indiqué antes, lo primero a tener en cuenta es que la sostenibilidad es una actitud y no una tecnología constructiva específica. Desde esa perspectiva, se puede partir por erradicar prácticas desfavorables o indolentes en nuestro quehacer diario, como el derroche de energía, de agua, de calefacción, el nulo tratamiento de residuos, por mencionar algunas de una larga lista.
Respecto de la edificación, existen diversas estrategias para acondicionar ex-post una vivienda existente. Se puede intervenir muros, ventanas, el complejo techumbre y suelos para optimizarlos  térmicamente mediante la adición de productos, sustitución de elementos constructivos y/o materiales entre otras modificaciones menores pero con efectos sustantivos. Lo principal es definir una estrategia conjunta de eficiencia de la vivienda y no hacer esfuerzos aislados o asincrónicos. No tiene mayor sentido, por ejemplo, reemplazar todas las ventanas por termopanel, si no se tratan los muros y la cubierta. Lo importante es la definición de un animus sostenible que oriente las acciones desde el reemplazo de bombillas eléctricas, hasta las modificaciones constructivas.














Un extracto de esta entrevista fue publicado en artículo "Vivienda sostenible, del discurso a la práctica" de Marcia Castellano en revista "VITRINA URBANA & CHILLAN ANTIGUO" N°14 correspondiente a junio de 2014

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