Monday, November 13, 2006

DESDE ARISTOTELES A GOOGLE Y DESDE NARCISO A MESSENGER ¿o viceversa?

Mientras Google amplia la gama de posibilidades de Aristóteles, Narciso usa Messenger…


ÉTICA
“El vocablo éthos tiene un sentido infinitamente más amplio que el que damos hoy a la palabra ética. Lo ético comprende ante todo, las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres y, naturalmente, también lo moral. En realidad se podría traducir como modo o forma de vida, en el sentido hondo de la palabra, a diferencia de la simple manera”.
Xavier Zubiri, Naturaleza, Historia y Dios.

MORAL
Conjunto de principios, preceptos, mandatos, prohibiciones, permisos, patrones de conducta, valores, ideales de vida buena que en su conjunto conforman un sistema más o menos coherente, propio de un colectivo humano concreto en una determinada época historia.


Según Zubiri, el hombre, para subsistir biológicamente, necesita hacerse cargo de la situación, habérselas con las cosas -y consigo mismo- como realidad y no meramente como estímulos en una relación directa de acción-reacción, necesita preferir en función de algo, convirtiendo así los estímulos en instancias y recursos, es decir, en posibilidades.


Desde esta perspectiva, tenemos entonces que el hombre es sujeto de apropiación de posibilidades, sujeto que decide en función de UN PROYECTO DE VIDA que le permita, como fin último, alcanzar la tan preciada felicidad.

Pero cabe preguntarse entonces… ¿que hacer hoy, cuando las posibilidades, que aunque irreales, se han incrementado explosivamente, por ejemplo, con la monstruosa masificación de Internet este último tiempo…? ¿Como hacer ese ajustamiento ante un número de posibilidades que crece exponencialmente a manos de Google que sin ir mas lejos destina 7000 días-hombre al mes para investigación relativa a expandir las posibilidades del usuario?

Nuestro tiempo, esta lleno de posibilidades y en las distintas esferas del quehacer humano; laboral, académico, comercial, cultural etc.

Hoy en día, “Harvard” tiene postgrados on-line gratuitos; toda persona tiene derecho 2 gigabites mensuales de espacio en Internet vía “Flickr” para uso libre, que puede ir desde un inofensivo álbum familiar, hasta la documentación completa de una empresa o de una bomba de mediano alcance, información con la que se puede operar en línea desde cualquier lugar del planeta; hoy, se pueden hacer negocios incluso en un apartado “calcetín al fin del mundo” vía Chilecompra, Visa o Maestro, con lo que, el radio de acción de cualquier persona, podría ser fácilmente una buena parte del globo, cosa que hasta hace un tiempo estaba condicionada fuertemente por una componente geográfica-territorial.

Tal vez, nos podríamos hacer la pregunta desde una lógica aristotélica, cosa que probablemente resulta mas dramática aún… ¿Cómo encontrar la virtud y/o punto medio, sin caer en los vicios de exceso y defecto en una paleta posibilidades que ya no tiene blanco negro y gris como podríamos, si quisiéramos, graficar las tres disposiciones existentes según Aristóteles, sino que ahora esas posibilidades, se transforman en una “gama colórica de millones de colores” y que aumenta a diario? ¿Es la virtud aristotélica entonces en nuestros días, una aguja en un pajar?

Según Aristóteles, siempre lo fue; al considerar “la virtud un hábito selectivo” que radica su valor precisamente en la dificultad de encontrarla…
“Sólo hay una manera de ser bueno, muchas de ser malo”

Pero visto en términos probabilísticos, a mayor número de posibilidades, mayor posibilidad de herrar, y el segmento de tiempo histórico en el que vivimos, parece caracterizarse por ser un tiempo de posibilidades, un tiempo donde, por una parte, se me ofrece todo y ahora; y por otra, se incrementa también la “dificultad de acertar a esta verdadera “lotería de la virtud”, donde el pozo adjudicable, vendría a ser, algo así como la felicidad, ni mas ni menos.

En este contexto, aparece como alternativa de habitante contemporáneo, el aburguesado perfil de narciso, una respuesta posible que ante el exponencial incremento de posibilidades, responde, opta y decide, a partir de su religión personal basada en el culto del yo y el amor a si mismo; la religión del ego.

Narciso, que vendría a ser, una especie de pariente cercano del hombre Light de Brunner, surge, según Lipovetsky, de la deserción generalizada de los valores y finalidades sociales, provocada por el proceso de personalización, abandono de los grande sistemas de sentido e hiperinversión en el YO.

Hasta hace algún tiempo la temática epocal radicaba, para un gran número de investigadores, en los alcances y efectos de una modernidad desbordada, sin embargo, el narcisismo se ha convertido en uno de los temas centrales de la cultura americana; Narciso es hoy, el símbolo de nuestro tiempo. Ya podemos hablar del narcisismo con total propiedad, Narcisos van, narcisos vienen, al acecho de su ser y de su bienestar mediato, aquí y ahora, en el presente, a la vez que se hipoteca el futuro y devalúa el pasado, con aburguesada indiferencia hacia el tiempo histórico.

Frases como “la vida es hoy” grafican y esquematizan claramente la cosmovisión y el “mundo cool” en el que narciso navega, se busca, se disfruta y exacerba, un mundo en donde los problemas empiezan a serlo cuando permean su esfera personal, mientras que eso no ocurra, son tema solo para Greenpeace o la Teletón en el caso criollo.

Un muestra de la “cooltura narcisista” en la que cada cual vive en un bunker de indiferencia y desapego cool es el éxito del MSN, como sistema de comunicación. Partiendo de mi existencia como sujeto NET; soy usuario, me llamo como quiero llamarme (Nickname), es decir, asumo una identidad virtual, gesticulo con sonrisas o “emoticons” predeterminados o por defecto y me permito no admitir, a alguien o estar no disponible, opciones, y como opciones posibilidades que acomodan altamente a narciso, a la vez que le permiten mantener su virginal individualidad.

Con Messenger, se inauguran dos cosas: en primer lugar: la conversación escrita en tiempo real, distante por un lado, de la carta y el mail por su automaticidad… “escribir sin editar” y distante por otro, de la conversación oral en tiempo real y espontánea, que pese a compartir la no edición, la suple con expresión corporal, exclamación, entonación y otras sutilezas léxico-gramaticales afines a la ella; y en segundo lugar; se inaugura una interfaz que permite la “personalización incluso del lenguaje, al punto que instaura el lenguaje Chat, una radical mutación del lenguaje, en donde solo se escriben las letras necesarias para transmitir lo mas brevemente posible una idea, sin importar, redacción, leguaje, gramática, etc.

Otro aspecto que se ha visto modificado, es orden amoroso, Eros se ha convertido en una de las expresiones más significativas del mundo del posdeber, con el claro paso de sexo-pecado a sexo-placer, se disocia el sexo de la moral, junto con lo que se marca, por un lado, el fin de la cultura sentimental, fin del happy end, fin del melodrama novelesco; y por otra, se inaugura el cool sex y las relaciones libres, como nuevas formas de relaciones afectivas. “Tener relaciones interindividuales sin un compromiso profundo, no sentirse vulnerable, desarrollar la propia independencia afectiva, vivir solo, ese sería el perfil de Narciso.

El orden social libidinal ya no es consecuencia de presiones colectivas y autopresiones virtuosas, es el resultado de las libres inclinaciones y aversiones de los sujetos: la mano invisible, está manos a la obra hasta en el mundo social de los sentidos, el neoindividualismo funciona como un desorden organizador, el mundo individualista del posdeber se revela como un caos organizador.

Desde un punto de vista riguroso, La moral, es el conjunto de principios, normas y valores que cada generación transmite a la siguiente en la confianza que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de comportarse y como llevar una vida buena y justa. Planteando implícitamente, una respuesta al Qué debemos hacer…

Pero ¿que debemos hacer cuando el “que debemos hacer” ya no es absoluto? cuando ya nada obliga ni siquiera alienta a los hombres a consagrarse a cualquier ideal superior, el deber no es ya más una opción libre. La cultura de la autodeterminación individualista ha alcanzado la esfera moral: la época de la felicidad narcisista no es la del "todo está permitido", sino la de una "moral sin obligación ni sanción".

Quizás sea mejor refugiarse como propone Adela Cortina, en una ética de mínimos y esperar que “Al decidir las normas que en la sociedad van a regular la convivencia, se tenga en cuenta los intereses de todos los afectados en un mismo pie de igualdad, y no se conforme con los pactos fácticos, que están previamente manipulados, y en los que no gozan todas del mismo nivel material y cultural ni de la misma información”.


O tal vez sea mejor esperar que esta mano invisible sea más precavida que la de Smith, al momento de mover los hilos…de cualquier manera y parafraseando a Ortega: “somos a la fuerza libres” estamos condenados a la libertad y al parecer, es cadena perpetua, así conformémonos porque de ésta, no salimos vivos…

Mauricio Cárcamo,
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